
Antes de comenzar cualquier régimen de suplementos, es fundamental consultar a un médico, nutricionista o dietista registrado. Ellos pueden evaluar tus necesidades individuales, tus objetivos de salud y tu dieta actual, asegurando que los suplementos que elijas sean adecuados y seguros para ti.

Los suplementos no deben sustituir una dieta equilibrada y variada. Prioriza el consumo de alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables. Utiliza los suplementos como un complemento para llenar vacíos nutricionales específicos o para apoyar tus objetivos de rendimiento y salud.

No todos los suplementos son iguales. Investiga y elige marcas de confianza que ofrezcan productos con certificaciones de calidad, como GMP (Good Manufacturing Practices) o pruebas de terceros. Revisa las etiquetas para conocer los ingredientes y evita productos con aditivos innecesarios, azúcares añadidos o rellenos.

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